Reciban un atento saludo, acompañado de nuestros deseos expresos porque el bienestar, la tolerancia y el sosiego estén presentes en los contextos educativos, sociales y culturales de los que hacemos parte. Manifestamos a todos, nuestra solidaridad ante el momento crítico que vive el país, hoy azotado por la presencia del COVID -19 y por escenarios de violencia que empañan el deseo de la gran mayoría de colombianos por hacer uso del derecho a la protesta pacífica, que busca una Colombia más justa y en paz para todos.
Como comunidad educativa tenemos la obligación civil de contribuir en la prevención y/o transformación de los conflictos sociales que afectan la paz, la cultura de la legalidad y la convivencia; a través del diálogo social, promoviéndolo como una habilidad y un comportamiento cotidiano; más aún en nuestros ámbitos institucionales.
En este momento preciso que atraviesa el país, nuestro deber y gran aporte, como adultos responsables de los menores de edad, que hacen parte de nuestro núcleo estudiantil, familiar o institucional; es escucharlos, tener muy en cuenta sus opiniones, sus ideales en favor del país y orientarlos lejos de la polarización y los sesgos medianticos que desdibujan el fin de la educación; además de, cuidarlos y prevenir su participación, en eventos masivos que pongan en riesgo su integridad física y personal. De igual forma, promover escenarios seguros para el diálogo, la generación de confianza, el entendimiento mutuo entre las partes inmersas en un desencuentro, la necesidad de transformar una conflictividad socialmente significativa y la concertación bajo unos principios, medidas y procedimientos claros y de común acuerdo; que lleven a consensos que beneficien a las partes.
Ver circular completa en el siguiente link: